miércoles, 16 de julio de 2014

DIOS Y NUESTROS PADRES

Dios nos prestará a nuestros padres para que los amemos mientras vivan. Podrán ser 10, 20, 30 años o más, hasta que los llame a su presencia.
Yo te pregunto: ¿Podrás cuidarlos?
Dios quiere que aprendamos a vivir con ellos, pues él ha buscado unos hijos maravillosos para que vivan con ellos y llenen de felicidad el hogar que han formado y uno de ellos eres tú.
Dios no nos ofrece que se quedarán siempre con nosotros, sólo nos los presta, así que hay que cuidarlos mucho.
Ellos nos darán amor, ternura y alegría al tenernos a su lado. Así que el día en que Dios los llame a su presencia, no lloremos ni odiemos a Dios por haberlos regresado a su presencia.
Su ausencia corporal quedará compensado por el amor y por los muchos y agradables recuerdos que nos dieron.
Hay que tener presente que si algo nos entristece, que si el golpe del dolor nos hiere algún día, nuestra pena es de Dios, y así con todo esto, nuestro sufrimiento será más llevadero y habremos de decir en nuestra mente y en nuestro corazón; Señor Dios mío, hágase tu voluntad.




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